Escuché que alguien sollozaba, y me sentí conmovido. Me acerque y le dije a la persona, que sí en algo la puedo ayudar.
Ella entonces, con su voz entrecortada, me dijo:
- Tú no me puedes ayudar, nadie me puede ayudar, porque hasta Dios me ha despreciado.
¿Por que? – le dije.
- Porque hoy ha nacido de mis entrañas un niño especial, con muchos problemas. Yo no tengo posibilidades ni recursos.¿Por que Dios me ha hecho esto? Acaso el no tiene un plan perfecto,
y esto para mi es insoportable. Dios no me ama. ¿Y Que puedes hacer tu?
Y entonces, yo le dije:
- Yo solamente puedo darte un poco de consuelo, un poco cada día. Pero creo que Dios no es que no te ame, sino que te ha escogido a ti, como alguien muy especial.
Y entonces, me contestó:
- Especial para sufrir, para llorar, para perder la fe.
No, no – le dije.
Y entonces, le dije:
- El te escogió para darte un regalo de amor, tan grande, que aún no lo puedes entender. Dios te ha llevado a la cruz, y en esta cruz quiere compartir contigo su amor incondicional, quiere como el, que ames a pesar de tus tristezas, desencantos, abandonos y rechazos. Dios quiere abrir tu corazón para que conozcas, un amor que aunque no tiene pasión y deseos, es el mas limpio, y mas puro , mas sincero, y por cierto, más sacrificado, porque Dios no es cruel, ni te abandona, el te lleva en la cruz en su promesa de un amor eterno, sincero., verdadero. Esa criatura que tú tienes de alguna manera es especial, aunque no comprendas el amor verdadero. Pero Dios sabrá poner en ti, la fortaleza, la determinación, el saber, el ahínco para que des no solo lo mejor de ti, sino lo mejor de el. En ocasiones, el sufrimiento parece absurdo y sin sentido pero si lo miras a el en la cruz, todo tiene sentido .Nos ha amado tanto y un amor por siempre, que a ti, a mi, y a todos, nos ha escogido para el llamado del Amor. ¿Acaso puedes escoger no comprender? Pero abre tu corazón.
Y así paso el tiempo y me volví a encontrar con esta persona, habían pasado 15 años pero la pude reconocer, entonces le pregunté como se sentía. Y me dijo:
- Sufrí, me rebele, perdí la fe, pero la volví a encontrar, y la encontré en aquellos ojos pequeñitos, que entendía muy poco,
pero me rogaba por amor. Y vi entonces el amor de Dios en mi propio ser, y deje la miseria y la autocompasión, y de sentirme como en el fondo de la tierra. Y me sentí como una estrella brillando en el firmamento, entonces mi alma rompió a llorar y fue como la lluvia de verano, y sentí ese amor que jamás nada me podrá quitar. Y el sufrimiento me hizo humilde. Luego días y noches de tragedia se convirtieron en ternura, recién comprendo la dulzura del amor, la pureza, solidaridad, y ahora amo y ese amor encamina mi vida, aprendí a dar lo mejor de mí.
Y yo le dije:
Gracias a Dios, pudiste ver a Cristo bajar de la cruz resucitado, ese es el poder del Amor.
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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Armonía y Paz
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